En verano las temperaturas se disparan y esto no solo afecta a las personas, sino también a la conversación de los alimentos. El jamón ibérico es uno de esos productos que requiere que cumplamos una serie de recomendaciones para poder disfrutar de su sabor en todo su esplendor. Hoy te explicamos todo lo que debes tener en cuenta durante los meses de calor.
En primer lugar, debemos tener claro que el calor hace que el jamón sude más, lo que significa que pierde la grasa que lo protege y hace que se deshidrate muy rápido. De esta forma, cada día que pasa se va secando más, hasta el punto de oxidarse si no le damos el tratamiento y el cuidado adecuado.
Consejos para su conservación
- A la hora de comenzar a cortarlo, te recomendamos empezar por la parte más estrecha, que es la que se endurece antes y así nos aseguramos que mantiene su jugosidad.
- Una vez está abierta la pata de jamón, se deben colocar pequeños trozos de grasa sobre las zonas que se han cortado para evitar que se seque.
- Debemos cortar únicamente las lonchas que vamos a comernos. Si las tenemos mucho tiempo en el plato, el jamón perderá su aroma y sabor.
- En cuanto al lugar de conservación, es preferible aquellos sitios en donde no le dé el sol directamente ni ninguna otra fuente de calor. Es fundamental mantenerlo en un sitio fresco, pero sin guardarlo en la nevera. La temperatura ambiente es perfecta para ello.
- Para los meses de verano, una buena solución puede ser el jamón ibérico envasado al vacío. De esta forma, lo abrirás únicamente cuando vayas a degustarlo.
- En este caso, se recomienda mantenerlo a una temperatura no superior a los 21º. Se puede poner en la nevera pero debes sacarlo unos 30 minutos antes de consumirlo, aproximadamente, para disfrutar de toda su esencia.
En definitiva, el verano también es una época idónea para consumir jamón siempre que le demos una buena conservación. Recuerda que puedes conseguir el tuyo a través de nuestra web, o directamente en nuestro local situado en el Mercado de La Recova.