El cerdo se caracteriza por ser un animal del que se aprovecha todo, o casi todo, sólo es una cuestión de gustos culinarios. La parte estrella del cerdo ibérico de bellota es su jamón. Este cotizado producto se ha convertido en un auténtico manjar y un referente internacional de nuestra gastronomía.
Una vez que has consumido tu pata de jamón ibérico en ricas lonchas se te presenta la eterna duda, ¿qué hago con el hueso? Pues bien, no lo tires. Lo primero que tienes que hacer es valorar si merece la pena conservarlo. Para aprovechar un hueso de jamón, éste debe estar en perfecto estado, habiéndose conservado en un lugar fresco para que no esté muy rancio ni pasado, algo que se nota porque presenta unos pequeños puntos blancos. Si es así, tíralo.
Si no, piensa si cuentas en tu casa con los instrumentos necesarios para hacerlo trozos pequeños, o si es posible mejor rodajas. Valora que el hueso de jamón tiene un grosor considerable y que para trocearlo necesitas una buena tabla y una sierra potentes, además de fuerza y habilidad. De no estar seguro, lo más aconsejable es que acudas a tu carnicero o charcutero de confianza, en dos minutos te ha hecho rodajas el hueso de jamón ibérico con la sierra eléctrica que suelen tener en las carnicerías.
¿Cómo aprovecho el hueso de jamón ibérico?
Una vez tienes tus trozos de hueso de jamón ibérico tienes varias opciones para aprovechar al máximo esta parte tan sabroso del jamón. Cuando te encuentras con el hueso de jamón partido en trozos puedes usarlos en el momento, para hacer unos caldos o sopas deliciosas, en los días siguientes o los puedes guardar para usarlos con posterioridad. La manera correcta es introducirlo en bolsas de congelación, a ser posible al vacío, y conservarlos en tu congelador para usarlos cuando lo necesites en tus recetas.
De este modo, podrás añadir un trozo de hueso de jamón ibérico en perfecto estado cada vez que elabores tus platos preferidos como un cocido, unas lentejas o algún guiso que requiera que enriquezcas su caldo.
Además, podrás incluir un sabroso trozo de hueso de jamón ibérico a tus caldos tanto para sopa de pollo como complemento a los caldos de verduras. También puedes realizar una gran cantidad de caldo con una receta equilibrada y rica con hueso de jamón, puerros, zanahoria y perejil. Una vez esté realizado el caldo, podrás colocarlo en recipientes preparados para soportar el frío de la congelación y almacénalos en tu congelador para utilizarlos cuando los necesites. ¡Es muy práctico!
*Fuente: Libertad Digital