Hay quien afirma que el verano es la peor época para consumir jamón ibérico, sin embargo los profesionales del sector aseguran que manteniendo una correcta conservación, las altas temperaturas no deben alterarlo lo más mínimo.
Como bien sabemos, el jamón ibérico de bellota sigue un proceso de producción totalmente artesanal y natural en el cual la temperatura es clave para poder ofrecer un jamón ibérico de bellota de gran calidad. Por ello en verano es primordial seguir unas normas o patrones de conservación para que nuestro producto esté siempre en condiciones óptimas para su degustación o consumo.
Para conservar el jamón ibérico de bellota loncheado que hayas comprado en Jamón Every Body, lo mejor es meterlo en el frigorífico, a unos 5 grados, debidamente sellado al vacío o protegido con film transparente para que no le dé el aire. En este caso, hay que tener la precaución de sacarlo de la nevera un rato antes de su consumo, para que a la hora de degustarlo esté a temperatura ambiente y podamos disfrutar al máximo sus propiedades.
Toma nota de unos sencillos consejos que los expertos jamoneros nos recomiendan para degustar este verano, incluso con mejor sabor y textura, una delicia como el jamón ibérico y no desaprovechar ni una sola de sus magníficas propiedades. Tanto si compras en lonchas como si lo haces con una pieza entera ¡apunta!.
- El jamón antes de empezar a consumir se debe guardar en un lugar fresco y oscuro, pero no en el frigorífico.
- Cuando se vaya a consumir y durante todo el tiempo debe permanecer a una temperatura de 22/25ºC. De esta forma podremos apreciar todas sus características de olor y sabor en plenitud.
- Se recomienda comenzar por la parte más estrecha, que es la que antes se endurece y así evitamos que pierda jugosidad.
- Con un cuchillo distinto al de corte se ha de eliminar la capa exterior del jamón, tanto de grasa (hasta que desaparezca la de color amarillo) como de magro (hasta que este sea ya de color carne rojo).
- Las lascas de jamón cortado han de ser finas y pequeñas, lo justo para meterlas de un bocado en la boca. Así podremos masticar con facilidad, haciendo que se deshaga en la boca y conseguiremos paladear los aromas y sabores contenidos en el jamón.
- Al terminar una sesión de corte, hay que proteger la zona con algunos de los trozos del mismo tocino del jamón, así mantenemos el corte lo más fresco posible, sin que se reseque.