Una de las ventajas que nos ofrece el cerdo es que se puede aprovechar todas sus partes para experimentar un verdadero placer gastronómico. Hoy hablaremos de una de estas partes a las que normalmente no prestamos mucha atención: la grasa del jamón serrano.
Hay que destacar que no toda la grada es aprovechable. La de color amarillento que se encuentra en las capas exteriores del jamón no es comestible mientras que aquella que está cerca de la carne roja y tiene un tono blanco/rosáceo es ideal para algunos alimentos.
Podemos cortar la grasa en pequeños cuadrados y freírlos en una sartén con aceite hasta que se tuesten. El resultado serán unos chicharrones elaborados con jamón ibérico que también podrán ser aprovechados para acompañar ensaladas, verduras y carnes.
Otro de los usos que tiene la grasa es para aportar el sabor y el aroma del jamón ibérico en nuestros guisos. Se debe cortar e introducir en la cocción inicial de la nueva preparación para que absorba todos los matices desde el principio.
La grasa del jamón se puede utilizar para elaborar aceites aromatizados. Podemos hacer una mezcla con aceite de oliva suave o de girasol para obtener aceite de jamón ibérico de bellota. Para lograrlo hay que fundirr a fuego lento agua, aceite y la grasa. El resultado de esta mezcla puede guardarse en la nevera y obtendremos una mezcla más sólida para untar en las tostadas.
Si prefieres degustarla por sí sola sin tener que mezclarla con otro producto, uno buena opción es cortarla en láminas muy finas para degustarla en el plato junto a otras carnes.
Estos son los algunos de los usos que podemos darle en la cocina a la grasa del jamón ibérico. Si conoces alguno más y te gustaría compartirlo con nosotros, no te olvides de dejar un comentario.
Recuerda que la calidad de la grasa del jamón depende directamente de la pieza de la que se extraiga. En nuestro food market disponemos de productos en excelentes condiciones para que puedas disfrutar de toda la esencia de un buen jamón.