El jamón ibérico contiene triptófano, un antidepresivo natural y relajante que ayuda a reducir la ansiedad y el insomnio gracias a su efecto calmante del sistema nervioso. El triptófano es un aminoácido esencial fundamental en nuestra dieta a partir del cual se sintetiza la serotonina, un neurotransmisor que produce sensación de bienestar y relajación.
Los estudios científicos han obtenido diferentes conclusiones sobre que ocurre en el cerebro de las personas cuando comen. El placer de comer un buen jamón ibérico esta por descontado, pero ha quedado demostrado que los hombres y las mujeres no reaccionan de la misma manera ante los alimentos.
Según estas investigaciones, el cerebro femenino comienza a trabajar con el simple hecho de contemplar la comida. En cambio, el masculino necesita catarla para generar emociones. En ambos casos, entre por los ojos, pero de forma más intensa para ellas.
La clave de todo esto está en la actividad neuronal. El jamón ibérico provoca emociones y aunque a lo largo de la historia y durante la infancia se vincula al corazón con sentimientos y emociones, lo cierto es que el cerebro es el que los controla. Comer jamón ibérico mejora la actividad neuronal, lo que favorece a que podáis sentir un abanico mucho más amplio de emociones, algo que, en definitiva, ayuda al cuerpo a mantenerse sano.